Los cortioides, esos grandes temidos. Son un conjunto de medicamentos utilizados para paliar los efectos inflamatorios y traumáticos de multitud de lesiones y enfermedades.
Los corticoides son análogos de las hormonas producidas por las glándulas suprarrenales para combatir el estrés relacionado con enfermedades y traumatismos.
Suelen estar indicados en:
Artritis
Asma
Enfermedades autoinmunes (lupus y la esclerosis múltiple, etc.)
Lesiones de la piel
Lesiones de articulaciones
etc. etc.
Como se puede observar, hay una amplia gama de situaciones patológicas susceptibles de ser tratadas con estos potentes fármacos.
Es, por sus efectos secundarios, por lo que suelen aceptarse con cierta reticencia y cierto miedo por parte del paciente. Efectivamente tienen una serie de efectos no deseados que les hacen carecer de la aceptación de otros fármacos más utilizados como los llamados AINE´s (Paracetamol, Iboprofeno,etc).
La nutrición puede jugar un papel importante a la hora de llevar a cabo un tratamiento con estos potentes fármacos, sin dejar que nos amarguen la existencia
Podemos resumir esos efectos no deseados en:
Incrementan la glucemia en sangre.
Retienen líquidos, hinchan.
Tratamientos de larga duración con corticoides merman la masa muscular.
He destacado estos efectos secundarios ya que son los más “manejables” desde el punto de vista nutricional.
En tratamientos con corticoides ¿qué tipo dieta seguir? teniendo en cuenta estos puntos anteriormente expuestos, resumiría los puntos básicos de la dieta durante el tratamiento en:
El azúcar y los hidratos de carbono: elimina todo tipo de azúcares, dulces e intenta evitar el pan, patata, pasta, arroz, sobre todo los refinados. Por supuesto el alcohol. Evitaremos una gran elevación de los niveles de azúcar en sangre que el tratamiento en sí produce.
Los minerales: los corticoides interfieren en el metabolismo de minerales como el calcio, el sodio, el potasio, por tanto pueden producir desmineralización ósea además de la conocida “hinchazón de cara y tronco”. Necesitas calcio, porque el corticoide aumenta la eliminación de este mineral en orina. Por eso es bueno incrementar los alimentos lácteos en la dieta además de pescados ricos en calcio como boquerón, sardinas, etc. Por el efecto “retención de líquidos” durante el tratamiento con corticoides debes llevar una dieta baja en sal. El potasio es otro mineral muy importante. Tu dieta necesita ser alta en potasio, esto es rica en frutas y verduras. Es un mineral importante para la regulación del equilibrio hidrosalino. Evidentemente una buena hidratación es importante.
La proteína. Es recomendable consumir al menos 1g de proteínas por cada Kg de peso y día, dado que el corticoide tiene el efecto de degradar la materia muscular en tratamientos crónicos. Esta degradación se previene con el aporte de proteína repartido a lo largo del día, desde el desayuno hasta la cena, pasando por las comidas intermedias del día. Evitaremos caer en la desnutrición proteico/energética que, a la larga, está detrás de la mayor parte de los casos de obesidad y sobrepeso.
Como puedes observar, la nutrición puede jugar un papel importante a la hora de llevar a cabo un tratamiento con estos potentes fármacos, sin dejar que nos amarguen la existencia. Ni que decir tiene que la base de un buen estado de salud es comer bien y aprender a comer bien (lee más sobre comer bien)